¿ Qué es la realidad?
¿Cómo nuestros sentidos y vivencias manipulan nuestra percepción?
Hay matices que hacen que nuestra experiencia de las circunstancias, vivencias o gente sea distinta para cada persona a pesar de haber sido la misma en esencia. Cada cosa que yo percibo tiene un sin fin de etiquetas positivas o negativas en mi subconsciente (me gusta, es saludable, me recuerda a días felices...).Así, cuando este elemento aparece en vida mi ordenador personal procesa rápidamente todas esas etiquetas de forma que mi interpretación de lo que es ese elemento será única y claramente subjetiva.
La percepción de la realidad tiene que ver menos con lo que hay ahí fuera y más con lo que llevamos dentro. Nuestro cerebro va encontrando y almacenando patrones, genera códigos, combina datos en base a las respuestas que obtiene de nuestros sentidos. La combinación de esos miles de datos crea mi realidad personal a la que yo llamo: La Realidad.
No somos conscientes del juego que crea nuestro cerebro. De por sí el presente no es exactamente presente porque según lo percibimos se transforma en pasado, es una versión que va con cierto retraso. Toda información tarda un tiempo, aunque éste sea mínimo, en procesarse. Pero nuestro cerebro oculta ésto, crea una ilusión.
No somos ajenos a otros juegos a los que nos somete. El tiempo es relativo. Cinco minutos esperando en una cola pueden ser eternos pero besando a la persona que nos gusta parecen un segundo. Nuestra percepción de la misma cantidad de minutos varia en función de las circunstancias que los rodean y de nuestros sentimientos hacia éstas. Nos amarramos a un modelo acordado de tiempo y realidad para tener la fantasía de algo estable ya que nos proporciona seguridad.
No obstante vemos lo que queremos ver o lo que esperamos ver. Depende de cómo nuestro cerebro esté conectado y de los programas que se hayan generado en base a nuestras experiencias veremos la realidad de un modo u otro.
La relevancia de esta información repercute en varias áreas. Por un lado al ser consciente de ésto nos es más fácil intentar ponernos en la piel de otra persona cuando hay momentos de desacuerdo. Si hubiésemos vivido sus circunstancias quizá también hubiéramos actuado así. No hay una realidad única y por eso sólo podemos abrir los brazos a escuchar y comprender a los demás.
Por otro lado, es evidente que nuestro cerebro ha creado un programa que puede que nos ayude a disfrutar de la vida o no. Crecemos, nos adaptamos y ahí está nuestra oportunidad de cambiar nuestra percepción de la realidad. Debemos ser conscientes de que igual que hay que cuidar la alimentación, hay que prestar atención a todo lo que nos rodea ( lo que vemos en la TV, lo que leemos, las palabras que escuchamos, la gente que frecuentamos, dónde vivimos...) porque ésto programará nuestro cerebro y afectará nuestro concepto de la realidad.
Somos proyectos en desarrollo, y todo lo que experimentamos tendrá un impacto en nuestro cerebro. Así que tenemos que preguntarnos qué nos gustaría ver en nuestro mundo y rodearnos de las personas, los lugares y las experiencias que contribuyan a ello. Si veo reality shows, como comida basura y estoy con gente que cotillea estaré alimentando mi cerebro muy diferente a alguien que se rodea de gente positiva, come alimentos nutritivos y lee.
La pregunta es ¿ Cómo queremos que sea nuestra realidad?
