Curando patrones
Podríamos decir, de forma general, que sanarse consiste en liberarse tanto de la enfermedad como de las heridas. También podríamos decir que es superar algo (una ruptura, una decepción, la tristeza…) para encontrarse mejor.
Todo en este mundo es energía. Dicha energía cuenta con el principio de la potencialidad pura, ya que se puede organizar en base a diferentes patrones. Dichos patrones son los que dictarán si esta energía se concreta en la forma física de una silla, de un monte o de una emoción.
Por tanto, todo lo que nos rodea son organizaciones de energía creadas en base a ciertos patrones. Al decir todo, esto incluye la enfermedad, la depresión, la tristeza o la rabia. Nuestros comportamientos y nuestros estados también son patrones de energía. Para sanar algo se necesita una reorganización, se precisa de un cambio, para que así la energía siga un patrón diferente. Cambiar es lo opuesto a la repetición. Es lo contrario a continuar replicando una y otra vez lo mismo. El problema es…¿ Cómo se hace dicho cambio?
El cambio pasa por enfrentarnos a experimentar lo opuesto. Si lo contrario a una pierna rota es la reparación o lo contrario al miedo a volar es disfrutar de volar, lo opuesto a sentirse menospreciado es sentirse valorado y lo opuesto a la soledad sería sentir la unión.
Cuando quieras sanar un comportamiento o un estado en concreto comienza por convertirte en detective y obsérvalo con detenimiento. Si por ejemplo tu patrón es huir de las emociones analiza por qué huyes, cómo surgió por primera vez, cuándo salta esta reacción en tu vida, cuáles son tus acciones cuando aparecen las emociones, como se manifiesta ese patrón ( te bloqueas, escapas…) cual es su comportamiento ( aislarte, evitar…) Una vez analizado luego piensa en cómo sería si actuases de forma completamente opuesta, qué harías y cuáles serían tus acciones.
El siguiente paso es comenzar a reconocer en tu vida los momentos en los que se dispara ese comportamiento o hábito que quieres cambiar. Presta atención a ese punto en el que salta. Evita distraerte cuando ocurra ya que esto hace que no mires a los ojos a la herida que quieres sanar. Luego empieza a modificar tu respuesta pensando en cómo sería actuar de forma completamente opuesta a como lo has hecho hasta ahora….y poco a poco comienza a aplicarlo.
Evidentemente no es fácil. De hecho, al comienzo puede parecer un poco forzado actuar de forma contraria. Hay que crear un nuevo camino para que el agua circule por ahí y salga de su ruta anterior. Eso lleva tiempo. Tenemos que generar una respuesta nueva. Como quien inicia un nuevo deporte o comienza a tocar un instrumento no se puede llegar al nivel que buscamos directamente, pero sí que podemos avanzar hacia ello e ir viendo resultados.
El deseo, la atención y la intención son tus aliados. Como todo entrenamiento requiere de rutina y perseverancia. Pero la recompensa es inigualable.