top of page

Soltar los mapas

¿Cómo no querer controlarlo todo y confiar en la vida?

 

Al igual que el universo se expande nosotros como seres humanos tenemos una tendencia a buscar alcanzar más conocimientos. Ésto puede verse reflejado en la pasión por vivir nuevas experiencias y con ellas absorber sensaciones, en las ganas de aprender de otras personas o en el deseo de ganar nuevas habilidades.

El conocimiento tiene una gran recompensa de la que somos conscientes. Nos proporciona un estatus social, nos ayuda a obtener un trabajo mejor o nos puede ser útil para prevenir futuros problemas. Está incluso ligado al espíritu de supervivencia, ya que ya nuestros antepasados se beneficiaban de saber leer las estrellas para orientarse o de interpretar el entorno para encontrar agua y comida.

Hoy en día vemos su valor tanto en aspectos complejos como sencillos. Por ejemplo,si sabemos que va a venir una temporada de frío, iremos al supermercado a comprar los víveres necesarios y organizaremos todo para estar preparados. El conocer ese hecho nos hace estar listos para enfrentarnos a él.

Si es verdad que el conocimiento nos aporta muchas ventajas hay ciertas sombras con respecto a este tema de las que también necesitamos ser conscientes. En cierta manera hemos asociado el hecho de saber acerca de algo con el poder tener ese algo bajo control. El deseo de saber es positivo siempre que éste no se convierta en una forma de querer controlar todo lo que nos llega.

Hay veces que se nos genera miedo al futuro porque se trata de un terreno desconocido y no confiamos en lo que pueda llegar, nos queremos auto- proteger conociendo las respuestas. Aunque quizá realmente no tengamos miedo a lo desconocido, sino a nuestra proyección de todas las posibilidades negativas que nos pueden venir. Tenemos miedo al dolor, al sufrimiento y huimos de esa proyección de lo que podría pasar.

A final nuestras proyecciones se han ido creando por vivencias dolorosas que han dejado fantasmas de ellas a nuestro lado. Nuestro ego se ha ido así armando con un deseo de saberlo todo porque piensa que este conocimiento evitará problemas futuros. Pero no podemos saberlo todo, y esa actitud es un arma peligrosa, es un acto de crueldad hacia nosotros mismos. Nos pone en una posición cerrada frente a la vida, no deja que las cosas fluyan y genera ansiedad en nosotros y en los que nos rodean.

Lo que es peor es que nos convierte en gente preocupada, alejada de la felicidad, enganchada en el mundo de dar vueltas y vueltas para encontrar respuestas o enterrada en nuestra zona de confort.

Lo refrescante es poder vivir cada momento como una experiencia y abrirse a lo que está por llegar. Si vemos el “valor” en cada situación no temeremos al futuro porque tendremos la confianza de que todo trae un aprendizaje. Integrar las diferentes vivencias en nuestro ser desde la aceptación y la gratitud nos quita el velo del miedo.

Al final lo que nos pasa depende mucho de cómo lo interpretamos. Lo podemos interpretar de una forma que nos produzca dolor o no….es nuestra decisión. Ahí sí que podemos ejercer nuestro control de una forma positiva y productiva.

Nos merecemos disfrutar del viaje porque tal vez no haya destino final. Controlar todo y querer conocer lo que va a llegar sólo aviva nuestra jauría de monstruos. Celebremos el reconocer nuestras proyecciones y soltar los miedos, exploremos cada día, vivamos los encuentros como una aventura y dejemos que nuestro ser fluya hacia lo desconocido. Porque en los viajes lo mejor llega cuando no se sigue el mapa.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page