top of page

En busca del dharma

¿Cómo encontrar nuestro propósito en la vida?

 

8 de la mañana. Nosara, Costa Rica. Tras una sesión de yoga desayuno con mis compañeras mientras observo el océano, Steph me pregunta acerca de mi vida antes de llegar allí.

- Siempre he tenido clara mi profesión, lo que me movía por dentro y no he dudado en ir tras ello. Pero ahora, ahora es como si la luz se hubiese apagado y estuviese a oscuras de un lado a otro buscando el interruptor.

Estás en modo bola de cristal! Si! Como esas bolas de cristal que las agitas y tienen nieve dentro- agrega Steph- Si sigues moviéndote continuarás viendo todo turbio, porque no permites que las los copos caigan y se queden quietos. Necesitas parar. Escúchate y pregúntate cual es tu dharma, cómo puedes servir en esta vida.

Todos los días durante el resto de mi estancia iba al mismo lugar me sentaba en silencio y me preguntaba ¿Cuál es mi dharma? Oía a los monos saltando, las olas rompiendo, a mis compañeras pasando....pero esa voz de mi interior debía estar muda porque no escuchaba nada. Dejé el lugar cargada de recuerdos inolvidables pero sin rastro de mi dharma.

Tengo que reconocer que me encanta cuando oigo historias de gente que ha dejado su trabajo en banca para ser artista, o que ha apartado su brillante carrera tras graduarse en Harvard para abrir una panadería. Me inspira ver cómo hay personas que se salen del circulo de presión social, de la ansia de estatus o de la pirámide económica para obedecer a esa llamada interior. Hay algo mágico en ello. A su vez me hace sonreír con curiosidad mientras me pregunto cómo descubrieron su intención en la vida y cuáles son las leyes del universo a la hora de guiarnos hacia nuestro objetivo vital.

La vida,en cierta manera, nos hace pasar por situaciones contrarias a nuestra intención para entender en nuestras células la necesidad imperiosa de ir hacia un determinado camino. Al fin y al cabo si no has experimentado lo que es la lluvia no puedes añorar el sol. Vivir el contraste de sensaciones nos da la oportunidad de ir generando la ruta hacia aquel lugar conectado con nosotros, darnos cuenta de lo que resuena o no resuena con nuestra alma.

La transformación es esencial y las relaciones profesionales y personales que nos encontramos van sirviéndonos de espejo para ver aquello que no somos y para iluminar aspectos de nuestro ser que si que conectan con nuestro propósito.

La meta es la felicidad .En cada elección de nuestras 24 horas podemos permitir que la razón impere o que el impulso de qué me va a dar más paz y alegría tome las riendas. Es fácil distraerse por los valores que impone la sociedad, la familia, lo que según algunos deberíamos ser o tendríamos que estar haciendo en este punto de nuestras vidas, pero es importante arriesgarse a seguir lo que nos hace sentir bien. ¿De qué vale jugar sobre seguro en esta vida si al fin y al cabo vamos a morir?

Aún hoy sigo teniendo mi quietud cada mañana para escuchar si la voz interior me habla en algún momento, pero mientras tanto sigo susurros que me llevan a hacer pequeñas cosas que me llenan, que consiguen que pierda la cuenta del tiempo y que me permiten almacenar momentos de disfrute.

No he encontrado mi propósito final, mi dharma, pero sí pequeños propósitos diarios, y me gusta observar como caen en mi vida y se asientan transformándome, cambiando copo a copo mi pequeña bola de cristal.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page