Más allá del muro
¿Cómo nos auto-boicoteamos para no conseguir lo que queremos?
Durante los años vamos creando muros, algunos los ponemos a propósito para protegernos del dolor, pero otros se construyen a nuestras espaldas y nos convierten secretamente en sus prisioneros. De forma subconsciente nos aferramos a todo lo que nos resulta familiar, lamentablemente en muchas ocasiones ésto puede consistir en amarrarnos a emociones negativas.
Creamos cárceles en relación a muchas áreas. Hay gente que ha sufrido desengaños amorosos continuos y por lo tanto, su mente genera un muro con respecto al amor al que va asociando con una emoción que no es genuina. Se ha instaurado una desconfianza en este tema y se ha implantado la semilla de la duda que ruge en cada ocasión que el amor vuelve a acercarse. Lo único en lo que la persona ha aprendido a confiar es en el dolor y para sentirse segura atrae más dolor, ya que éste se convierte en un pequeño colchón de confort. La mente nos traiciona haciéndonos creer que el asumir cierto dolor conocido nos alejará de un posible dolor desmesurado. Así, va poniendo ladrillo a ladrillo y termina por aprisionarnos en su propio muro.
Si en algún momento nos encontramos en esta situación, no sólo con respecto al amor sino con cualquier aspecto positivo( triunfo, éxito, confianza, paz....) que no nos llega, es importante parar y observar qué nos rodea. Si reconocemos que estamos atrapados en ese túnel negativo con sentimientos que resultan demasiado familiares tenemos que asumir que en algún sitio nuestra mente ha creado un muro.
El problema que se plantea es ¿Si no sabemos exactamente dónde se ha levantado el muro cómo lo vamos a derribar?
La respuesta es haciéndonos aliados de nuestra mente. Sentándonos con ella y comprendiéndola. Hacernos su enemigo sólo nos va a atascar más. A lo que uno se resiste, persiste. Así que es importante ver que ella lo ha hecho porque creía que iba a ser por nuestro bien.
La segunda acción que podemos tomar es preguntarnos: ¿ Por qué necesito sufrir? ¿ Qué gano yo con esto? ¿ Por qué no quiero que me llegue el amor, o el éxito, o lo que sea que deseamos y no está entrando en nuestra vida?
Debemos navegar en lo más profundo de nosotros y descubrir qué evento nos hizo levantar tapias de miedos. Sentándonos en silencio con nuestra mente, lanzando preguntas a nuestro interior y aceptando las respuestas que lleguen con compasión tendremos la oportunidad de ir quitando las piedras que nos condenan.
Más allá del muro está esperándonos aquello que deseamos. A veces no se temen a las sombras sino a la luz, y tenemos que acompañar a nuestra alma hacia el sol como si fuese una niña temerosa. Debemos ir cargadas con ramilletes de risas, cariño y comprensión hasta que se lance a correr por los campos y goce de recibir por fin lo que durante tantos años el muro no dejaba entrar.
