top of page

El cambio

¿Cómo generar el cambio que deseamos en nuestra vida?

 

Según muchos libros explican nosotros creamos nuestra realidad, entonces...¿ Por qué no somos todos ricos y tenemos aquello que hemos soñado? La respuesta estriba en que no creamos la realidad de forma consciente sino que es nuestro subconsciente el que se encarga de pintar el cuadro de lo que aparece en nuestra vida de forma física.

El subconsciente es el conductor de nuestro autobús y nos lleva allá dónde nuestros más íntimos deseos, miedos y necesidades se ocultan. En él se almacenan las creencias que nos hemos repetido durante años, lo que opinamos de nosotros mismos y lo que pensamos que podemos alcanzar.

Todo en este mundo es vibración y las vibraciones iguales se atraen. Aquello que se almacena en nuestro subconsciente tiene unas vibraciones particulares y recibirá la manifestación física de su esencia. Puedo repetir a mi círculo de amigos que creo en mí misma y deseo triunfar, pero si en mi subconsciente está almacenado un miedo a sobresalir, una creencia de que llegar a donde quiero hacerlo es imposible o una inquietud acerca de lo que eso puede suponer la vibración que emitiré será confusa y no atraeré lo que busco. Es fácil saber cómo vibramos porque nuestros sentimientos hacen de chivatos, tenemos que escucharlos y no intentar ponerlos en una esquina a que se les pase el berrinche .

Si vemos que nos sentimos sobrepasados por las circunstancias no sirve de nada luchar contra ello porque nos hundirá más. Cualquier acción tomada desde lugares con vibraciones bajas no contribuirá de forma positiva a nuestra vida sino todo lo contrario.

Aunque parezca contraproducente, después de reconocer cómo nos sentimos y sentarnos con esa emoción, lo mejor es relajarnos y no intentar salir de esa confusión. Pese a que resulte difícil, la mejor opción es ceder el control, en cierta manera rendirnos ante lo que llega, sentarnos en el asiento del copiloto y disfrutar del trayecto.

Enfocarnos en el área que nos estresa no va a ser de ayuda, con lo que es más útil poner nuestra energía en hacer aquello que nos haga sentir bien. Desde ese lugar podremos observar las pequeñas cosas que sí que funcionan en nuestra vida y de las que tenemos control. Tras este paso, y ya sintiéndonos mejor, podremos marcarnos pequeños objetivos diarios para generar un impacto en nuestro día a día.

El miedo, el dolor o la ansiedad nos nublan el radar y frenan las ruedas de nuestro vehículo. El antídoto ante los nubarrones que empañan nuestros sueños es apreciar lo que sí tenemos en cada momento y practicar el arte de permitir que las cosas sean como son. De las crisis, los rechazos y los golpes que trae el destino hay algo valioso por aprender. Si nos enfadamos con las circunstancias no veremos ese tesoro que ha venido a nosotros para que podamos mover ficha hacia dónde soñamos estar.

Si nos sentimos superados por algo debemos mirarlo cara a cara y preguntarle:

-¿Qué me has venido a enseñar?

Nuestro subconsciente tiene pautas grabadas en agua, otras en arena y otras en piedra. Las dos primeras son fáciles de cambiar si prestamos atención, pero para borrar las últimas hay algo dentro de nosotros que necesita realmente recapacitar, examinarse y trabajar en labrar nuevas pautas poco a poco. Debemos escuchar los mensajes ocultos tras las circunstancias y encontrar las lecciones en aquello que nos llega porque si aprendemos algo de ello nunca serán fracasos.

Desde el lugar del aprendizaje y con el pincel de la gratitud en mano podremos comenzar a pintar nuevas pautas en el subconsciente. Pautas que si las repetimos y repetimos se quedarán grabadas permanentemente y serán por fin agentes de cambio.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page