Descubriendo las alas
¿Cómo lidiar con la incertidumbre?
El estado de incertidumbre nos hace sentir en numerosas ocasiones vulnerables, atrapados, genera desconfianza e incluso provoca estados de ansiedad ante lo que puede llegar.
Según la ley de la atracción si estamos en medio de una época de incertidumbre y nos dejamos engullir por estas sensaciones no podremos ver una solución adecuada. Es difícil manifestar claridad porque ofrecemos resistencia al tiempo presente.¿Qué podemos hacer entonces para vibrar de otra forma, sentirnos bien y salir de esas arenas movedizas?
Primero, dejar de dar vueltas una y otra vez a encontrar una solución. Es mejor bucear en la incertidumbre, darle nuestra presencia completa antes que agotarnos por la insistencia en salir de ahí. Si la incertidumbre ha aparecido en nuestras vidas es porque necesitamos integrar parte de ella de algún modo. Si examinamos cómo nos hace sentir ese" No saber" quizá nos demos cuenta de que está conectado con heridas emocionales de la niñez, con momentos de la infancia en los que nos hemos sentimos perdidos o sin esperanza. Tenemos que preguntarnos qué nos quiere enseñar la vida con este momento, qué necesitamos sanar ahora para poder avanzar y cómo podemos curar estas yagas abiertas. El silencio y la meditación nos pueden ayudar en este proceso de escucha interna.
La segunda acción que podemos tomar es aceptar que lo que sea que nos genera incertidumbre sí que debe estar sucediendo, pese a que nos cueste verlo o nos moleste. La causa del sufrimiento no viene de lo que sucede en el exterior sino de nuestros pensamientos con respecto a lo que pasa y de nuestra insistencia en que ésto no debería estar ocurriendo. Recuerda que el universo nos está guiando aun cuando no entendamos nada. Si nos relajamos ante la circunstancia que nos oprime y evitamos luchar contra ella seguro que podemos ver algo positivo de la experiencia.
Aceptando lo que hay, en vez de quejarnos poniéndonos como víctimas o agotándolos luchando con la vida, podremos tomar algo de perspectiva y entender por qué está sucediendo. La incertidumbre siempre es un buen momento para la introspección, para parar y examinarnos, para lanzarnos preguntas ¿ A qué tenemos tanto miedo? ¿De qué salimos huyendo?¿ Qué contiene lo incierto que tanto me atemoriza? Podemos visualizar luego todos nuestros miedos como globos que se alejan de nosotros. Es difícil desprendernos de nuestros temores, pero no son sino pequeños monstruos modernos que no nos sirven de nada.
Para cambiar la vibración de nuestro presente la única acción que podemos tomar es centrarnos en lo bueno que hay en nuestra realidad ahora mismo. Por pequeña que sea siempre habrá una luz, necesitamos que ese punto sea nuestro foco y poner ahí nuestra energía. Quita de tu atención aquello que te drena y céntrate en lo que te dé alegría.
Escucha al ritmo del mar que tienes enfrente, cuando llegue la corriente no luches contra ella mira hacia donde va y déjate llevar con curiosidad. En su recorrido se presentarán multitud de posibilidades pero si te agitas no las verás. Deja que se asiente el polvo de la tormenta de arena que vives, no te precipites en tomar decisiones sino que permite que las soluciones lleguen a ti.
Escuchar y aceptar no significa abandonar tus sueños sino ser sabia con tu energía, entender que hay algo mas allá de tí que tiene su propio ritmo, que entiende tu alma de verdad y que te está enseñando un atajo a lo que buscas. Quizá es cuestión de valorar que este tramo de incertidumbre te pide disfrutar del recorrido, del paisaje que ves, de ti misma y que es una invitación a un cambio a mejor. Sólo te pide que seas lo suficientemente valiente para soltar el apego y confiar.
