Sube tu vibración
¿Cómo alinearnos con lo que queremos para que entre en nuestra vida?
Todo lo que nos rodea vibra a una frecuencia determinada y por la ley de la atracción lo semejante se acaba juntando. Por ello si queremos alcanzar ciertas metas tenemos que entender qué tipo de vibración tienen y liberarnos de aquello que nos arrastre a niveles vibratorios más bajos.
La paz, alegría y el amor contienen las vibraciones más altas mientras que el dolor, la apatía, la culpa o la vergüenza están abajo en la escala vibratoria. Si queremos sentirnos tranquilos, obtener éxito o lograr un sueño tenemos que ser primero esa vibración para lograr como un imán atraer la experiencia física de ella.
Lo primero para subir en la escala vibratoria es soltar: Soltar el rencor, los enfados y aquello que nos ate de forma negativa a situaciones o personas. El perdón nos ayuda a disolver energías que no nos dejan progresar y que nos atrapan en momentos del pasado. Si no soltamos esas emociones de forma inconsciente seguiremos atrayendo situaciones conectadas con ellas. Esto está relacionado con patrones o eventos repetitivos en nuestras vidas; ya que si algo no se resuelve continuará apareciendo una y otra vez. Soltar es por tanto limpiar, quitar lo que no sirve a tu campo emocional para que no sea punto de atracción.
Nuestra mente funciona a gran velocidad y los pensamientos fluyen sin cesar pero ¿Cuántos de estos pensamientos son realmente nuestros? ¿Cuántos han sido infiltrados por la sociedad, amigos, familia...?¿Cuál es la calidad de nuestros pensamientos y qué pensamientos son más comunes?
La práctica de la meditación es de gran utilidad para observar el tráfico de nuestra mente. La meditación, lejos de servir para poner la mente en blanco nos ayuda a ser conscientes de lo que pasa por nuestra cabeza sin engancharnos a ninguna de las historias que aparecen. La meditación crea el espacio para que veamos qué hay dentro de nosotros. Desde este lugar podemos reconocer qué nos repetimos constantemente, quitarnos etiquetas negativas (victima,fracaso...) decidiendo que esto no es verdad para nosotros y decidir qué creencias queremos instaurar en su lugar.
Mente y cuerpo están obviamente unidos, con lo que para subir nuestra vibración debemos ser conscientes también de qué alimentos consumimos. Si creamos estrés a nuestro organismo para digerir comida que no nos alimenta realmente, estamos creando un gasto de energía. Si nos llenamos de comida tóxica y sin nutrientes no nos será fácil funcionar con todo nuestro potencial ni sentirnos bien. Simplemente es bueno observar cómo nos sienta lo que tomamos y cómo esto afecta también a nuestra actividad y funcionamiento.
En nuestro día a día tenemos estímulos constantes, algunos no se pueden evitar pero para otros tenemos cierto poder de elección. Es importante elegir qué imágenes queremos ver al levantarnos, qué letras de canciones calan diariamente en nosotros, qué programas televisivos vemos o dejamos puestos de fondo y sobre todo de qué personas nos rodeamos. Nuestros comportamientos y actitudes están especialmente influenciados por las cinco personas con las que más nos relacionamos, pero todas las personas que regularmente entran en nuestra vida tienen un alto impacto en nuestro sentimientos y emociones.
Observando nuestro mundo exterior e interior de forma diaria, podremos reconocer en qué punto estamos. Desde ahí sólo tenemos que enfocarnos en llenarnos de aquello que esté alineado con la vibración que queremos atraer a nuestra vida, trabajar en hacer pequeños cambios y confiar.
