top of page

Frente al caos

¿Cómo navegar la vida cuándo todo se escapa a nuestro control?

 

Hay momentos en los que las circunstancias de nuestra vida se escapan de nuestro control, nos sentimos sin ningún tipo de poder sobre lo que ocurre. En un abrir y cerrar de ojos tu vida pasa de ir en un camino que pensabas ya formado a poner cabeza abajo todo lo que tenías. ¿Por qué creemos que es tan malo que algo no esté bajo nuestro control? Principalmente, la razón es porque no confiamos que la persona que lleva los mandos o el universo en general, vele por nuestro bien superior.

Muchas personas que meditan y creen en la ley de la atracción pueden ver estas circunstancias como un fracaso, ya que según dicha ley atraemos lo que somos. No obstante la transformación siempre ocurre a través de vivir experiencias que tildamos de negativas. Para nuestra expansión éstas son tan importantes como las positivas. No creamos la realidad de forma consciente, es el subconsciente quien lo hace y lo hace por algún motivo. Si nos llega algo indeseado se ha creado para nuestra expansión. Es importante hacernos amigos de nuestro subconsciente para saber qué creencias, miedos y traumas se almacenan ahí y qué podemos hacer para ordenar el material que allí se encuentra. El subconsciente siempre está al mando y hasta que no lo entendamos tomará giros inesperados.

Cuando algo se manifiesta de manera física es porque la intensidad de ésto ha tomado tal impulso que se ha materializado. Una vez que la ola se ha creado no se puede frenar el resultado porque tiene gran fuerza. Lo que si que podemos analizar para nuestro aprendizaje son las acciones que se han ido acumulando para generar dicho impulso, podemos observar en dónde hemos puesto nuestra atención. Aquello en lo que te enfocas se agranda y al final forma parte de tu vida.

Cuando llega el caos lo primero es darse cuenta que en esos momentos nos sentimos sin control alguno, que nos invade la desesperanza, tristeza o desesperación. Toda decisión tomada desde esta emoción es errónea ya que estamos operando desde un lugar que tiene una vibración muy baja y lo que venga después será reflejo de ésta trayendo aún más de la misma emoción . Por ello debemos evitar tomar decisiones vitales en esos momentos aunque nuestro impulso sea hacerlas. Huir tampoco sirve de nada, ya que no habremos aprendido de la vivencia, y ésta regresará en un futuro de otra forma o manera.

Cuando el huracán nos derrumba intentamos en cierta manera luchar para controlarlo, pero a todo lo que uno se resiste persiste; por tanto lo mejor es dejar de intentar controlar la situación. Podemos imaginar que la vida nos arrastra por su río y lo transitamos sin mostrar resistencia. Observamos su paisaje, sus árboles invernales que han soltado lo que no les sirve, el frío, las hojas caídas, el olor de la lluvia y nos dejamos llevar....

Si no aceptamos que la casa se ha caído no podemos levantar una nueva. Para aquellos que somos luchadores esta parte es la más difícil: rendirse. No obstante es absolutamente esencial. Es vital rendirse ante la situación, aceptarla.

Tras estos pasos necesitamos generar el impulso en la dirección adecuada. Al igual que el impulso negativo tuvo tanta fuerza que se manifestó de forma física el impulso positivo con la suficiente fuerza se manifestará en nuestra realidad. No obstante para ello necesitamos sentirnos alineados y trabajar hacia ello. Siempre surgirán inconvenientes pero lo importante es ir dando pasos para que cada día suba un poco más nuestro grado de felicidad.

Cuando nos golpea una vivencia dramática queremos que ésta pase o que cambie, para así sentirnos mejor, pero esto realmente nos resta poder. Nos ponemos a merced de lo que se encuentra fuera de nosotros. Nuestro control está en manejar cómo recibimos esas circunstancias, en trabajar nuestro interior para que seamos suficientemente fuertes para lidiar con cualquier tempestad que llegue.

De nada sirve dar vueltas a las opciones que no tenemos ya, ésto nos deja anclados al pasado y nos llena de sufrimiento. Es mejor mirar las opciones que sí que tenemos. Quizá la única opción es la de centrarnos en sentirnos bien, y esto ya es suficiente. Desde esta posición podremos ver mejor las decisiones que tomar. Cuando nos centramos en lo que nos duele no vemos la puerta abierta hacia la luz. Por tanto aléjate de dar vueltas a aquello que no está en tu mano. Puedes tomarlo incluso como un juego diario. Ponte pequeñas metas diarias, no importa lo diminutas que sean, pero piensa en aquello que pueda tener un impacto positivo en tus sentimientos y que tú si puedes controlar. Puede ser algo sencillo como limpiar la casa, escribir, dar un paseo, meditar....Toma el control de las pequeñas cosas, dales tu atención plena.

Después del terremoto interno es bueno reflexionar. Podemos pensar a qué tenemos tanto miedo de esa circunstancia que nos ha llegado, así como qué deseos y necesidades tenemos, y por qué queremos esas cosas. Ahora sólo nos queda lanzarnos de nuevo al mundo con lo mas importante que tenemos: el amor. Esto es lo más esencial de todo para construir. Con amor no me refiero a amor de pareja, sino amor por la vida: Agradecer todo lo que tenemos, valorar las pequeñas cosas, dar amor a los que nos rodean y cuidarnos a nosotros mismos mostrando amor por nuestro ser.

Es normal que cuando el caos entra en nuestra vida queramos combatirlo, pero ese estado de impotencia ante lo ocurrido solo nos sumergirá aún más en el remolino de la ansiedad. Éste es el momento de permitir que las cosas ocurran, de transitar el paisaje que nos rodea, de elegir el amor por encima del miedo y de reconocer la valentía de rendirnos. Al luchar contra la corriente o bien te traga el mar o te agota, si aceptas hacia donde te lleva llegará el momento en el que verás la salida hacia un nuevo camino. Y quizá, si confías en la vida, veas que había algo muy valioso para ti en esa vivencia que te abrirá las puertas que necesitas.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page