top of page

Decir adiós

¿Qué aprendemos en un proceso de ruptura?

 

Las relaciones forman la base de nuestra vida pero también son lo más difícil con lo que nos enfrentamos. Si nos centramos en las relaciones de pareja la dificultad parece que aumenta. Nadie habla de qué sucede después del "Fueron felices y comieron perdices". Los cuentos se paran en el momento más interesante para que no sepamos si la Bella Durmiente abandonó al príncipe, si éste le engaño con Blancanieves o cómo fue su proceso de ruptura. Al fin y al cabo....entre tantas historias de amor, alguna fracasaría ¿No?

De pequeños nos enseñan a ver el amor como un destino pero no nos muestran cómo lidiar con una ruptura, cómo manejar las emociones, la perdida y el duelo.

Romper con alguien es una separación no sólo de la persona sino de ti mismo. Cuando amas a alguien le incluyes como parte tuya con lo cual al romper pierdes parte de ti, sientes una amputación emocional.

Es muy normal que aparezca enfado hacia la persona, al fin y al cabo esta emoción cubre otras que vibran más bajo como el dolor y la tristeza. Vivir eso es extremadamente duro, por ello nuestros mecanismos nos impulsan automáticamente a ir hacia emociones que no vibren tan bajo. La rabia mantiene a la persona fuera del dolor que realmente está viviendo . Cuando sentimos rabia y por ejemplo culpamos al otro con despecho, lo que realmente se esconde es un corazón roto. Por ello lo que verdaderamente necesita atención es la herida que se encuentra camuflada.

El proceso de duelo ante esa herida es similar al que se sufre cuando alguien fallece. El cuerpo y alma tienen que pasar por una sanación para volver a su completa integridad. Es vital cuando entramos en ese proceso vivir para los siguientes cinco minutos, planear sólo pequeños pasos con el único objetivo de sentirse bien. Podemos ir poco a poco ampliando el abanico de minutos pero siempre mantener el objetivo.

La gente trata de llevarnos a la distracción pero distraerse es contraproducente. Has perdido parte de ti, necesitas recomponerte estando contigo no huyendo, anestesiándote o poniéndote en situaciones para no pensar. Para llegar al otro lado de dolor hay que vivirlo primero, hay que aceptarlo, reflexionar y analizar.

¿Era tu relación una de amor incondicional o una de apego? Si era de apego, de manera subconsciente estar con esa persona te hacia sentir más completa porque buscabas en él/ella algo que te faltaba. Todo empieza por identificar qué es ese " algo" y empezar a dártelo tú. Comienza una relación sana con tu propio ser identificando tus vacíos y proponiéndote llenarlos, no con otras personas, sino contigo. Tenemos que poner los ladrillos para construir una relación sana y segura con nosotros mismos, para ser completos sin nadie al lado.

El proceso de ruptura es un regalo. Si lo utilizas para quejarte de lo mal que te trata la vida, ponerte de victima, llenar las conversaciones de culpa hacia la otra persona o de repasar las listas de sus defectos estas perdiéndote la esencia de esta oportunidad. Es un regalo para que te examines por dentro, veas tus vacíos,tus patrones que no te sirven. Es la oportunidad de romper con tu " antiguo yo" y decidir qué quieres ser. Piensa en qué pieza del puzzle te ha ofrecido esa persona para que veas algo esencial de ti. También observa los aprendizajes que has tenido durante tu tiempo con esa pareja y las cosas positivas que vinieron de estar en esa relación.

En tus horas de silencio y reflexión pregúntate ¿Qué quiero? ¿Qué necesito? ¿Qué cambio quiero hacer en mi vida? ¿Cuales son tus prioridades y cómo te has alejado o no de ellas? No temas hacer cambios si estos son necesarios, quizá sean pequeños ajustes o tal vez cambios más drásticos. También planteate ¿ Qué necesito ahora para aceptar la situación y dejar marchar? Quizá sea hacer un trabajo de perdón, quizá averiguar en ti como no repetir el mismo error en el futuro o quizá hacer una ceremonia simbólica de despedida.

Resulta muy importante prestar atención a tus pensamientos negativos como consecuencia de la ruptura. Es imperativo eliminar los " deberia" y los " y si...". Es una tortura pensar que esta separación no tendría que estar ocurriendo, y con ello resistirnos a lo que hay. Así mismo tendemos a ponernos en el peor de los casos. Nuestra vida está en colapso y eso nos lleva a atraer pensamientos derrotistas. En su lugar tenemos que pensar en el mejor de los casos. Piensa en la situación mejor que se podría dar de aquí a un año. ¿Qué estaré haciendo? ¿Con quien estaré? ¿ Que nuevos aspectos habré desarrollado?

Ante una ruptura es normal que nuestra autoestima baje y sintamos que hay algo que está mal en nosotros. Siéntate y escribe tus aspectos positivos. Tenemos que poner nuestro foco en los puntos fuertes y ver cómo esos puntos nos ayudan y por qué son beneficiosos también para cualquier persona que esté en una relación con nosotros. Aparte de centrarnos en ésto, es muy beneficioso escribir un diario de gratitud y de cosas que apreciamos cada día. En vez de enfocarnos en el punto negro de nuestra vida gracias a ésto podremos ver también la hoja en blanco dónde está dicho punto. Párate a ver las cosas pequeñas de cada día que te gustan, que te dan alegría o te producen placer.

El momento de la ruptura es uno de buscar tu comunidad, de encontrar conexión con la gente. Es momento de recibir energía, cariño, apoyo. Si sientes ganas de llorar permítetelo, desintoxícate por dentro, suelta esa energía reprimida. Siéntete libre de soltar. Date caprichos y pon como prioridad relajar tu cuerpo y mente, ayuda a tu cuerpo a entrar en paz: Descansa, escucha tu canción favorita, haz yoga, ejercicio, date un masaje, pinta, escribe.La meditación es también un poderoso aliado, nos permite observar y liberar nuestros pensamientos a la vez que nos conecta con el universo.

Practica ante todo el quererte. La ley de la atracción hará que recibas aquello que das. Si nos hablamos con amor, nos tratamos con amor y nos cuidamos el universo mandará a gente y situaciones que hagan lo mismo.

Todos compartimos la misma energía, así que realmente no podemos perder a alguien. Es todo una ilusión. Así mismo tu dolor ante esta perdida no es tu enemigo, así que no huyas de él. Se trata de un niño herido que necesita tu atención y amor.

Con una ruptura se cierra una puerta, pero quizá ese cierre signifique la apertura de otra. La puerta que te de la libertad de salir de patrones que te anclaban en lugares oscuros, la que te deje ver quién eres de verdad, la que te ofrezca la oportunidad de andar en la infinidad de posibilidades que ofrece el horizonte, la que te permita encontrar lo que siempre quisiste.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page