Sé un búfalo
Me encantó escuchar hace poco la diferencia que dos animales ofrecen ante la misma adversidad y me hizo reflexionar acerca de las opciones que tenemos ante un problema.
Los búfalos y las vacas conviven en la misma zona de Estados Unidos, cerca de las llanuras de Kansas. Aunque comparten entorno cuando viene la tormenta reaccionan de forma muy distinta. Las vacas comienzan a correr huyendo del temporal a pesar de que son lentas y de que es obvio que ésta les va a alcanzar. Aún sabiéndolo deciden huir de lo inevitable. Tras una agotadora carrera y el sufrimiento que ello conlleva al final la tormenta les atrapa y para ese momento ellas ya están muy débiles y drenadas. Al intentar escapar sólo consiguieron prolongar su dolor.
Los búfalos, por el contrario, ven llegar la tormenta y en vez de escapar de ésta corren hacia ella. Saben que así la pasaran antes. Por ello deciden enfrentarse cara a cara con el obstáculo que tienen, con las desavenencias que aparecen en su camino en forma de lluvia y frío. El impacto es fuerte pero usan toda su energía para pasarlo cuanto antes.
Todos tenemos tormentas en nuestra vida: La falta de empleo, rupturas amorosas, obstáculos en el día a día, gente difícil, problemas familiares o de salud... Así que podemos reflexionar acerca de qué animal queremos ser ¿Nos merece la pena huir de la realidad, culpar al otro, evitar la circunstancia, mirar al otro lado o por el contrario aceptar el problema, enfrentarnos a éste y buscar los aprendizajes y las soluciones?
No podemos elegir si hay o no tormenta en nuestras vidas. A veces vendrá un poco de agua, otras rayos y truenos, unas veces veremos llegar el granizo a lo lejos y otras nos sorprenderá. Lo que sí que podemos controlar es cómo respondemos y cuándo lo hacemos.
Las vacas se lanzan a correr por miedo, ante el pánico que viven intentan escapar de la situación. Esa es su opción. El búfalo no deja que ese temor le ciegue a ver con claridad cómo lidiar con la misma circunstancia de forma efectiva.
Ante cada tormenta vital nosotros tendremos por lo menos un par de opciones también. Tenemos que pararnos y pensar si estamos operando desde el miedo o no, si estamos huyendo de nuestra realidad o resolviendo el problema.
Las tormentas son oportunidades de crecimiento y de aprendizaje si sabemos apreciarlo. Está en tu poder dejar que te drenen o ser un búfalo.
