El arte de rendirse
Hoy en día, cuando abundan libros de pensamiento positivo y eslóganes motivadores, parece que ser infeliz es un pecado o que está mal visto. Pero ¿Qué ocurre si estamos en un momento de nuestra vida en el que nos cuesta sentir esa alegría?
Muchas veces forzamos la felicidad para no desentonar con el mundo alrededor a pesar de que nuestro interior se encuentre resquebrajado. Cuando sentimos que deberíamos ser felices pero realmente no lo somos, estamos ofreciendo resistencia a nuestras emociones negativas. A lo que uno se resiste, persiste, con lo cual nos costará mucho más salir de la tristeza. Nos veremos desesperados por atrapar "lo positivo", así mismo ser felices parecerá una hazaña heroica que nos enemistará con nosotros mismos, ya que no conseguimos estar donde "deberíamos" estar.
Lo mejor en estos momentos, aunque suene extraño, es rendirse y abandonar la idea de la felicidad. Cuando sueltas la resistencia permites que el viento te arrastre a donde quiere llevarte. Muchas veces pensamos que si nos dejamos arrastrar la vida nos desviará de lo que queremos. La realidad es que quizá la vida sabe mejor que tú lo que te conviene, y que al soltar estás permitiendo que ella te lleve a lo que deseas.
A mi me ocurrió un evento que me hizo recapacitar mucho acerca de la resistencia. Durante muchos años cultivé un fuerte deseo hacia un puesto de trabajo en concreto, luché por él, miraba mi objetivo regularmente, trabajaba muy duro pensando en esa meta....y me angustiaba porque no me llegaba. Hace poco acepté que ese empleo ya no vendría a mi. Ya no estaba ni en el lugar adecuado, ni construyendo los peldaños para acceder a él, no obstante, mágicamente me llamaron ofreciéndome dicho puesto.
Relájate y permítete confiar. Sé que es difícil, porque a veces la corriente parece que te aleja de lo que deseas. Es entonces cuando nos agarramos con uñas y dientes a donde estamos por miedo a alejarnos demasiado. Queremos mantener esa sensación de bienestar, esa seguridad, esa relación, ese trabajo...... pero si dejamos fluir la vida nos llevará a lo que tanto anhelamos o tal vez a algo mejor que eso.
Cuando buscamos la felicidad desesperadamente es porque tenemos una ausencia de algo en nuestra vida. El problema es que te estás centrando de alguna forma en lo que te falta, por lo tanto si te enfocas en dicha carencia es muy difícil que te llegue lo que buscas. ¿Cómo hacerlo entonces?¿ Si quieres mucho algo cómo lograr no pensar en ello?
La respuesta es enfocándote en otra cosa. Si tu has hecho todo lo que está en tu mano por obtener lo que quieres, agobiarte no te va a ayudar a nada y obsesionarte va a traer el efecto contrario, así que enamórate de tu ahora. Enamórate de lo que sí que hay en tu vida, de las pequeñas cosas de cada día. Si estoy pensando que mi realidad "debería" ser de otra manera este pensamiento ofrece resistencia al estado actual. Por lo tanto pregúntate cada día: ¿Qué está bien en mi vida?
Escribe los aspectos positivos que trae cada situación desagradable por la que estés pasando. Por ejemplo, estar en un momento vital de infelicidad quizá te esté llevando al auto-conocimiento y a la reflexión, a observar aspectos importantes de ti o de los demás y seguro que te ayuda a ver con certeza lo que no quieres.
Otro recurso que puedes usar es buscar algún deseo que sí que sea alcanzable desde dónde estás ahora. Por ejemplo, busca lograr tres momentos de serenidad al día, alcanzar este objetivo es mucho más cercano que algo tan amplio como la felicidad.
Es importante ante cualquier opción durante tu día preguntarte: ¿Esto me hace sentir mejor o peor? Frente a cualquier opción busca siempre el alivio, lo que te haga relajar un poco. Utiliza esto con tu elección de gente, pensamientos, lugares, trabajos y en la toma de decisiones importantes. Vive tu vida no buscando la felicidad sino eligiendo momento a momento lo que te haga sentir mejor.
La felicidad no es algo que esté fuera y que se pueda alcanzar, es una esencia que está en ti. Si escuchas a cada momento de tu día, sea el que sea, y le ofreces tu aprecio y gratitud, si buscas con cada opción lo que te haga estar en paz, entonces simplemente estarás permitiendo aflorar poco a poco esa felicidad que ya tienes dentro de ti.
