top of page

El miedo al compromiso

Hoy en día el miedo al compromiso es un síndrome que afecta a muchas personas. Hay muchos tipos de miedo al compromiso: Los hay hacia una relación, hacia un trabajo estable, a crear una familia o hacia ciertas decisiones vitales. Lo que todos tienen en común es que se trata de un estado de huida generado por ciertas heridas. Como toda herida, tenerla ahí subyacente no es lo mejor para nosotros. Muchas veces dejaremos pasar opciones que podrían haber sido beneficiosas en nuestras vidas por ese miedo que creemos que ya es completamente parte de quién somos. De hecho a veces está tan integrado que no lo vemos y asumimos que somos así.

El problema es que vivir con un miedo al compromiso es intentar ir hacia delante en la vida con el freno de mano puesto. Para comprender en profundidad este tema tenemos que observar lo que significa el compromiso. El compromiso equivale a dedicación. Comprometerse con algo significa invertir tu energía en ello, como consecuencia supone poner parte de ti en ello. Cuanto más te comprometes con algo más de ti inviertes en eso. De ahí nace entonces la pregunta ¿Qué da miedo exactamente de darse completamente a algo o a alguien?

Todos los miedos se relacionan con la posibilidad de perder algo: Bien sea nuestra independencia, la paz interior, la tranquilidad o aquello conocido. No obstante, el mayor miedo de aquellos que tienen miedo al compromiso es aquel a perder la libertad y por consiguiente el terror a sentirse atrapados. De ahí que se haya creado en estas personas una tendencia a escapar. Por ello, tienen un pie fuera y uno dentro, con una escapada lista en caso necesario.

De lo que no se percatan es que en esa escapada hay una adicción a una zona que genera seguridad: La zona de la huida. En ese huir hay realmente un miedo a tomar ciertas decisiones que potencialmente nos atrapen. Un miedo a entregarse completamente a algo que signifique entregar parte de nosotros y perdernos en ello. Un miedo a la posible infelicidad que se utiliza como razonamiento para no tomar ciertas acciones.

Todo esto encuentra sus causas en la niñez. En un mundo ideal cuando somos niños no deberíamos ser perfectos para ser queridos, aceptados, sentirnos incluidos y no abandonados. Pero el miedo al compromiso surge habitualmente cuando tenemos que crecer rápido por un entorno que, por diversas circunstancias, nos exige de alguna forma ser perfectos, o perfectos según ciertos criterios. La responsabilidad comienza a volverse nuestra enemiga porque conlleva demasiada presión.

Tal vez crecimos en una atmósfera de control. O tal vez en un entorno en el que no nos sentíamos ser suficiente en comparación con otros miembros de la familia. Quizá tuvimos la sensación de que nos podían dejar de querer o peor aún abandonar. Ello creó un cierto estado de inquietud emocional permanente. La libertad aparece ante todas estas situaciones como un lugar de seguridad, un sitio único, diferente, que nos permite alejarnos de todo y expandirnos.

En aquellas personas con miedo al compromiso en una relación, la contradicción viene en que en ciertas partes se anhela verdaderamente la intimidad. Sin embargo, el miedo a que no vaya bien, o a perder a la otra persona o por el contrario el miedo a perderse a una misma es tan potente que te impide hacer lo que tu corazón realmente desea y te boicotea.

¿Qué hacer entonces si identificas que tienes un miedo al compromiso en algunas de sus vertientes pero no quieres seguir viviéndolo porque te aleja de cosas que quieres?

Lo primero es reconocer que la realidad es que no puedes vivir un segundo de tu vida sin estar comprometido a algo: Tu trabajo, tu deporte favorito, tu pasión…etc. La cuestión reside en qué nos comprometemos. La persona que no quiere comprometerse a una relación tal vez esté comprometida con su libertad de la misma forma que la persona que no toma decisiones quizá está comprometida con la pasividad.

Es importante que nos tomemos el tiempo para averiguar a qué nos estamos comprometiendo realmente. Desde esa posición podemos cuestionarnos si de verdad queremos estar comprometidos a eso, con todo lo que trae, y si no es así preguntarnos a qué me quiero comprometer de verdad.

Tienes que estar completamente presente con lo que significa el no comprometerte (sea el compromiso que sea el que te afecte). ¿Cuál es el impacto negativo que el hecho de no querer comprometerte trae a tu vida? ¿Cuáles son los efectos secundarios de tomar esa opción?Observa tanto el impacto que ha causado, como el que está causando y el que puede causar. Para ello recapitula mirando las oportunidades que perdiste, el rechazo que han vivido otras personas, los logros que quizá no has vivido y los que no vivirás si no te das plenamente.

Acepta y comparte tu compasión con esta parte de ti que sintió el control y la falta de amor. Esa parte que necesita una sensación de libertad para encontrar seguridad. Después, sé consciente de lo que quieres y necesitas en vez de enfocarte tanto en lo que no quieres. Si comienza a surgir tu sentimiento de evitación interrógalo.

Si tienes miedo al compromiso hay algo que te lleva a cortar la conexión emocional para mantener el control y sentirte así seguro. Estás constantemente intentando evitar un posible dolor futuro. Pero si te abres a abrirte a la posibilidad de sentir dolor, este dejará tener control sobre ti ya que has dejado de huir de ese monstruo.

El amor es lo contrario al miedo, con lo cual en el momento en que tengas miedo muévelo al amor. Si tienes miedo al compromiso con tu pareja ¿Qué es lo que te gusta de ella o él? Si tienes miedo de un trabajo ¿Qué te gusta de éste? Si te da miedo crear una familia ¿Qué cosas te gusta de ello? Si te da vértigo tomar una decisión ¿Qué te atrae de ese paso?

Es completamente entendible por qué tienes los miedos que tienes. Los generaste para sentirte seguro en un momento dado y has hecho de ello una creencia. No obstante ¿Qué te está costando? ¿Qué te estás perdiendo en el camino por una supuesta infelicidad o un supuesto dolor?

El mayor riesgo en la vida es no tomar riesgos. El riesgo que tomas al no comprometerte es el no vivir completamente, el no disfrutar plenamente. El éxito sólo viene de invertir tu energía en algo. Has estado pensando que ese compromiso es lo que te puede a atrapar cuando en realidad es ahora mismo cuando estás atrapado por tu propia mente y es precisamente lanzarte al riesgo de aquello que más temes lo que te puede liberar.

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page