Tu auténtico yo
Algo que es auténtico no es una copia de nada sino que se trata de un elemento genuino. Cada persona viene a esta vida como una expresión auténtica, con sentimientos, deseos y necesidades únicas. Nuestro proceso vital consiste en ir descubriendo poco a poco todas esas particularidades para poder desarrollarlas completamente. Cada uno de nosotros somos por tanto como una flor que si dejamos que se abra de forma progresiva revelará la belleza de su interior.
No obstante, el progreso de uno mismo como individuo social no funciona de esta manera. La sociedad no busca que nuestro potencial se descubra de forma natural sino que ve a cada persona como material que necesita ser moldeado en base a ciertos "parametros". Se nos hace ver que ciertas cualidades son aceptables y que otras sin embargo no lo son. Como consecuencia, aquellos aspectos nuestros que caen en la posibilidad de no ser aceptados comienzan a ocultarse.
Empezamos, por tanto, a realizar un proceso de fragmentación interna exponiendo esas cualidades aceptables que nos van a hacer sentir queridos por otros y ocultando otra parte de nuestro ser. No dejamos que toda nuestra esencia se desarrolle por miedo al rechazo. Esto quiere decir que nuestras personalidades son, en gran medida, una mentira. Esa personalidad que se muestra en público es sólo el componente de tí que te permite sentirte seguro y querido pero no es tu "yo" completo.
Dejamos de lado cualquier elemento que nos haga sentir vulnerables y al hacer esto dichos elementos entran al terreno del subconsciente sepultándose ahí de tal manera que muchas veces no sabemos ni siquiera de su existencia. El problema es que no podemos ser auténticos si no somos conscientes de lo que somos y es complicado ser completamente conscientes porque nuestro subconsciente encierra bajo llave algunos aspectos de nuestro ser. El resultado, es que gran parte de lo que somos resulta ser una copia de lo que hemos visto triunfar en otras personas pero no refleja nuestra verdad.
Para encontrarnos con nosotros mismos necesitamos pasar por observar las incongruencias entre nuestro mundo interno y nuestro mundo externo. Por ejemplo, si dentro de ti quieres cambiar de trabajo pero no lo haces o si niegas sentimientos que vives, o si deseas algo pero no vas tras ello estás mostrando incongruencias. No es tan importante librarse de todas las incongruencias que encontramos como simplemente ser consciente de ellas.
Si queremos encontrar nuestra autenticidad tenemos que perder el miedo a ser imperfectos y a mostrarnos al mundo como imperfectos. Aceptar consiste en dejar de luchar contra lo que hay. Dejar de luchar contra la parte de nosotros que no es perfecta, que tiene fallos, que se equivoca, que no reacciona siempre con acierto....
Para ir al corazón de nuestra autenticidad tenemos que pasar por el terreno de la vulnerabilidad, ya que mucha de nuestra esencia se esconde tras aquello que nos hace vulnerables. Se auténtico es ser consciente de lo que sientes y comunicar lo que sientes. Esto comprende una gran dificultad porque nos encontramos en tiempos donde mostrar los sentimientos se cataloga prácticamente como erróneo o una acción kamikaze. Pero tus emociones son tu brújula y obviarlas es un sacrilegio. Ellas te dicen constantemente donde estás, tu realidad. Si decides no acceder a tus emociones estás poniendo una pared entre quién proyectas que eres y quién eres. Tus emociones son clave para guiarte a la vibración que se alinea con tu esencia, para descubrir tus limitaciones y para acercarte a lo que buscas.
No sólo es vital observar las emociones sino también tus pensamientos y creencias porque estos pueden estar funcionando de dos maneras, bien mostrando tu esencia o bien escondiendo tu esencia. Esto ocurre cuando los pensamientos parten de los miedos y no del corazón. Si así es, ten el coraje de encontrar la raíz del problema. Puedo estar mascando un pensamiento como por ejemplo " no soy suficientemente buena" y con ello puede que el pensamiento me esté alejando de sacar quién soy de verdad. Dicho pensamiento es simplemente una ilusión y sólo puede deshacerse si admito que está ahí y lo cuestiono.
Cada paso que das hacia tener más consciencia de lo que vives por dentro y por fuera te acerca a tu autenticidad. Ten la fuerza para ser un espectador de todo lo que ocurre en ti, descubrir quién es el auténtico tú y tomar las acciones necesarias para ir en consonancia con lo que encuentres.
