Quererse. Aquí y ahora.
Todos somos energía con gran potencial y por ello es bonito poder reconocer esos sueños o esas metas que se pueden llegar a conseguir algún día. No obstante, el problema es si estamos siempre pensando en lo que podrá venir en un futuro en vez de enfocarnos en lo que nos trae el ahora.
Es habitual ver en las olimpiadas en algún momento a las parejas de los atletas. Dichas parejas , que estuvieron a su lado apoyándoles en las dificultades así como compartiendo su vida con los duros entrenamientos, ahora se encuentran disfrutando con sus compañeros de su merecido éxito. Muchas veces podemos ver claramente que esas parejas creyeron siempre en ellos y en su potencial de alcanzar el oro, pero quizá hay algo más sutil e importante que se nos pasa por alto.
El oro no es tan importante. Esa persona ama lo que su pareja atleta es consiga o no el oro, ama su coraje, su valor, su perseverancia, su constancia para entrenar cada día y superarse, su capacidad de organizar los espacios vitales, su pasión. Aunque crea en él y en su potencial para ganar, lo importante no es lo que consiga, sino lo que es en cada momento mientras persigue su sueño.
En esa relación el amor crece por abrazar completamente lo que el otro es, por amar todas las cualidades que su pareja tiene y desarrolla diariamente. Este caso se puede extrapolar a muchas otras cosas en la vida. No somos lo que podemos alcanzar ( trabajo, dinero, éxito...)sino las cualidades que desarrollamos en nuestro camino para llegar a ello.
Estas características desarrolladas en la lucha hacia los sueños nos ayudan a ver de verdad a una persona, ver su esencia. En una relación la importancia de amar lo que la persona es en el aquí y ahora siempre debe sobrepasar a la promesa de lo que esta persona pueda llegar a ser. Es importante creer en ella con respecto al futuro, pero más aún creer en lo que es en el presente.
Esa es una clave importante en la relación de pareja pero también en la relación con una misma. No eres lo que puedes conseguir en un futuro, no eres lo que llega a tu vida, no eres ese rechazo o esa aceptación, no eres ese trabajo que tanto ansías, no eres esa medalla, ese oro, no eres ese entrar en un vestido de la 36, ni el casarte o tener hijos...sea cual sea tu objetivo, no eres eso. Por ello, si no llega, no importa tanto como tú crees porque no eres ese producto final.
Eres las cualidades que desarrollas en tu camino por lograr lo que de corazón deseas. Y tú te mereces, aquí y ahora, amarte a ti misma por ello, por lo que eres gracias a perseguir lo que mueve tu alma...no por lo que pueda llegar a ti en un futuro.
